Alchemy Caryatid and the Returning Flowers
Pili
El último olor que recuerdo de ella es a un perfumito muy rico, ya un poco atenuado por el suyo.
Ojos como la madera del roble, cafés obscuro y sobrios ante cualquier inclemencia.
Cabello castaño un poco ondulado, por lo general corto, aunque me fascina cómo se ve con el cabello largo. Muy bien cuidado.
Piel morena clarita, sí se le pegó algo de lo mediterráneo.
Complexión media, delgada y bastante atlética.
Voz que resuena en algunos tonos graves en su paladar, con acento no tan marcado del D.F.
Sonrisa invaluable, pero atesoro mucho ESA sonrisa que sólo Spongebob le provoca.
La primer semana de clases de toda mi carrera, caminando a las siete de la mañana, todavía todo obscuro, vi que se acercaba caminando en dirección contraria, una silueta que me llamó muchísimo la atención. No fue por su figura, que no le pide absolutamente nada a ninguna otra, sino por cómo se movía su cabello. Al paso que se aproximaba a mi, la luz ámbar de los faroles revelaba su rostro. “No hay mejor combinación, ese cabello enmarcando el lienzo de la piel de su rostro”, pensé yo. Inmediatamente me dije que era un pendejo, pues acababa de hacer una de las mejores imágenes de toda mi vida, y no la conocía como para decírsela. Desde entonces, procuré todos los Lunes, Miércoles y Viernes (o eran Martes y Jueves?) llegar bien temprano, esperar fumando un cigarro, en lo que ahora es el área de fumadores del Tec, pensando en qué decirle para conocerla, urdiendo planes y planteándome un hermoso futuro. Esperaba que se apareciera caminando por la fuente. Apenas aparecía, y yo ya estaba apagando mi cigarro y encaminándome hacia las copias. Sin falta alguna, todas estas ocasiones que intentaba provocar un encuentro “casual”, a los dos metros de estar cerca de ella, la garganta se cerraba, se me olvidaban mis planes y me convertía en todo un imbécil.
Fallido este método, comencé a triangular. Creo que fue por medio del Enano que la conocí. El chiste es que fue triangulación. Total, en una de esas conversaciones “casuales”, le pedí ayuda para estudiar Química. (Saliendo de la secu, yo ERA el segundo mejor en química, en prepa... ya no, así es que si se valía.) Total, accedió, pero insistió en que fuera en la escuela, (yo seguía haciendo planes ilusos, si llegábamos a ir a su depa... aunque hubiéramos ido, no habría logrado nada por mi tontera ante ella y claro... por ella). Y pues así comencé a caer ante una mujer sabia y muy inteligente dentro del cuerpo de una mujer hermosa.
Escribí un cuento pequeño que narraba mi sentir hacia ella. En ese entonces (y ahora que lo pienso, todavía) tenía yo una forma bastante agresiva de escribir. Conseguí una florecita amarilla muy bonita, de pétalos largos, una Tulipán Americano, creo, era; y se la llevé con todo y el escrito, para dejarla bajo su puerta. Su respuesta ante tal hecho, ha sido la mejor respuesta que me han dado en toda mi vida.
Tan madura, segura y tan centrada.
Ahora, nos vemos lo más seguido posible, pues ella vive relativamente cerca. Cada que voy para allá es obligatorio hablarle para ponernos de acuerdo. Pero aunque no nos veamos, sé que ella está para mí, pues lo ha estado durante las épocas más difíciles, al igual que las más hermosas que llegué a vivir a lo largo de mi carrera. De igual forma, hago mi intento por estar para ella y serle fiel a mi palabra; pues la quiero lo suficiente y estoy dispuesto a dar muchas cosas por ella, aunque muchas veces no lo parezca así. Le agradezco por haber estado para mí por mucho tiempo, y más por esas veces que sólo necesito un par de oídos... lo mejor es que responde dando muy sabios consejos... Rayos!!! TAN sabios!!!